Georg Christoph Lichtenberg
AFORISMOS
BREVIARIO DE AFORISMOS. Selección de los Aforismos de GEORG CHRISTOPH LICHTENBERG. EDHASA La presente selección se ha hecho a partir de los Aforismos de Georg Christoph Lichtenberg. publicados por Edhasa en 1990. © de la selección y la traducción: Juan del Solar, 1990 y 1991 © de la presente edición: Edhasa, 1991 Avda. Diagonal, 519-521. 08029 Barcelona TeL: 4395105 ISBN: 84-350-9122-8 Depósito legal: B. 38.367-1991 Edición no venal.
(Cuaderno A, circa 1765 – 1770)* /…/
A
Resulta difícil precisar cómo hemos accedido a los conceptos que ahora poseemos.
Nadie, o muy poca gente, podrá decir cuándo oyó nombrar por primera vez al señor von Leibniz; mucho más difícil será aún precisar cuándo accedimos por vez primera a la idea de que todos los hombres tienen que morir, no habrá sido tan pronto como se podría pensar. Si tan difícil resulta precisar el origen de las cosas que ocurren en nuestro interior, ¿qué pasaría si quisiéramos intentar algo parecido con las que se hallan fuera de nosotros? [9]
El 4 de julio de 1765, día en que un cielo despejado alternaba con nubes, estaba en mi cama leyendo un libro cuyas letras podía distinguir con toda claridad; de pronto, sin que yo sintiera nada, se me giró la mano en la que sostenía el libro, inesperadamente, y como debido al movimiento fui privado de un poco de luz, deduje que una gran nube debía de haber tapado el sol y todo me pareció oscuro, aunque la luz no hubiera sufrido merma alguna en la habitación. Así ocurre muchas veces con nuestras conclusiones: buscamos en la lejanía causas que suelen estar muy cerca, en nosotros mismos. [35]
Al menos una vez por semana deberían pronunciarse en las iglesias sermones de dietética; y si esta ciencia fuera aprendida también por nuestros religiosos, sería posible intercalar en ella observaciones de orden espiritual que, sin duda, no desentonarían en absoluto. Porque es increíble ver cómo las observaciones espirituales mezcladas con algo de física mantienen la atención de la gente y le ofrecen una imagen más viva de Dios que los ejemplos de su ira, con frecuencia inoportunos. [38]
Aquellos verbos que están cada día en boca de la gente son, en todos los idiomas,
los más irregulares: soy, sum, sono, eimi, ich, bín, je suis, jag är, I am. [73]
Si pudiéramos hablar con tanta perfección como sentimos, los oradores encontrarían menos personas rebeldes y los enamorados menos gente cruel. Ante la partida de una joven amada es todo nuestro cuerpo el que desea que se quede, pero ningún órgano lo expresa tan claramente como la boca; cómo debería expresarse para que también podamos percibir algo sobre los deseos de los otros órganos es, ciertamente, muy difícil de aconsejar cuando todavía no se está realmente en ese caso, y más difícil aún cuando nunca se ha estado en él. [83]
Entender el significado real de una palabra en nuestra lengua materna nos suele llevar, por cierto, muchos años. Y me estoy refiriendo también a los significados que puede darle la entonación. La comprensión de una palabra nos viene dada, para expresarme en términos matemáticos, por una fórmula en que la entonación es la magnitud variable, y la palabra, la magnitud constante. Con esto se abre una vía para enriquecer enormemente las lenguas sin aumentar su caudal léxico.
He descubierto que la expresión es ist gut [está bien] es pronunciada entre nosotros de cinco maneras diferentes y cada vez con un significado distinto, que encima suele estar muchas veces determinado por una tercera magnitud variable: la expresión del rostro. [93]
Indiscutiblemente puede haber criaturas cuyos órganos sean tan finos que no estén en condiciones de atravesar un rayo de luz, así como nosotros tampoco podemos pasar nuestras manos a través de una piedra, pues acabarían más bien destrozadas. [121]
Los sueños nos enfrentan a menudo a situaciones y acontecimientos en los que, en estado de vigilia, difícilmente hubiéramos podido ser involucrados; o bien nos hacen sentir inconvenientes que quizás hubiéramos despreciado por pequeños y remotos y en los cuales, precisamente por eso, nos hubiéramos visto implicados con el tiempo. De ahí que, a menudo, un sueño modifique nuestra decisión y afiance nuestro fundamento moral mejor que todas las doctrinas que llegan al corazón dando un rodeo. [125]
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*Aforismos de Georg Christoph Lichtenberg. publicados por Edhasa en 1990. © de la selección y la traducción: Juan del Solar, 1990 y 1991 © de la presente edición: Edhasa, 1991 Avda. Diagonal, 519-521. 08029 Barcelona TeL: 4395105 ISBN: 84-350-9122-8 Depósito legal: B. 38.367-1991 Edición no venal.
Georg Christoph Lichtenberg
/…/ (Ober-Ramstadt, 1742-Gotinga, 1799) Científico y escritor alemán. Profesor en la Universidad de Gotinga, dirigió misiones astronómicas en Hannover y en Osnabrück. Residió en Inglaterra (1770, 1774-1775), donde frecuentó a la familia real y los ambientes científicos. Se opuso con idéntico tesón a los espíritus religiosos y conservadores y a los jóvenes del Sturm und Drang. Su escepticismo radical y su fina ironía se manifiestan, sobre todo, en sus Aforismos, publicados de 1902 a 1908. Tomado de: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/l/lichtenberg.htm
Georg Christoph Lichtenberg. (1742 – 1799), profesor de Matemáticas y de Ciencias Naturales de la Universidad de Göttingen, fue uno de los principales representantes de la Ilustración alemana. Moralista de primer rango, maestro de la ironía al lado de Swift y Voltaire, Lichtenberg, recluído en su gabinete privado luego de sus lecciones de física experimental, elaboraba sus pensamientos en forma aforística en cuadernos de apuntes, que no fueron publicados hasta mucho después de su muerte. Charles Le Blanc (traducción CSB).
Tomado de: http://agora.qc.ca/mot.nsf/Dossiers/Georg_Christoph_Lichtenberg
/…/“El pensamiento de Lichtenberg nos trae a nuestros días la hermosa intensidad del ideario ilustrado, la poesía de sus frases aforísticas y la tensión intelectual entre la ciencia y el misterio del alma humana.” ClaudioSerraBrun (CSB)