TEOGNIS-ELEGÍAS (fragmentos)

Teognis

ELEGÍAS

Texto y Traducción por Francisco R. Adrados. Catedrático de la Universidad de Madrid. Ed. Alma Mater S.A., Barcelona, Dep.Legal B11.407- 1959. *Citado de: Líricos griegos. Elegíacos y yambógrafos arcaicos. Introducción, edición crítica y traducción, por Francisco R. Adrados. Catedrático de la Universidad de Madrid. Ed. Alma Mater S.A., Barcelona, Dep.Legal B11.407- 1959.

(Elegías, Libro I, versos 27-82)* /…/

Como tu amigo que soy
voy a darte los consejos
que yo mismo, oh Cirno, de niño,
recibí de los hombres de bien.
Se prudente y no busques honores, éxitos ni riquezas mediante
acciones deshonrosas ni injustas.
Convéncete de ello; y no trates con hombres viles,
sino está siempre unido con los buenos;
bebe y come con aquellos, reúnete con aquellos
y sé grato a aquéllos cuyo poderío es grande.
De los buenos aprenderás cosas buenas;
pero si te juntas con los malos,
estropearás incluso tu buen natural.
Aprende esta máxima y trata con los buenos,
y algún día dirás que aconsejo bien a mis amigos.

Cirno, esta ciudad está preñada y temo que para un hombre que
enderece nuestro funesto desenfreno; pues los ciudadanos
aún están sanos, pero los jefes han venido a caer
en una gran vileza.

Ninguna ciudad, oh Cirno, han arruinado aún los hombre de bien;
mientras que cuando los malvados se deciden a mostrar su insolencia,
corrompen al pueblo y dan las sentencias a favor de los injustos
para buscar ganancias y poderío propio, no esperes que esa ciudad,
aunque ahora esté en la mayor calma, permanezca tranquila
por mucho tiempo una vez que los malvados
se aficionen a las ganancias con público perjuicio.
De esto nacen las luchas civiles, las matanzas de ciudadanos
y los tiranos: ¡Ojalá no dé su voto a nada de ello esta ciudad!

Cirno, esta ciudad es aún una ciudad, pero sus habitantes
son ahora distintos: Antes, no conocían ni el derecho ni las leyes,
sino que en torno a su cuerpo vestían pieles de cabra hasta romperlas
y se apacentaban, al igual que los ciervos, fuera de la ciudad.
Éstas son hoy día las gentes de bien, oh Polipaides;
y los buenos de antes, ahora son los villanos:
¿Quién es capaz de soportar este espectáculo?
Se engañan unos a otros riéndose unos de otros,
desconocedores de las normas para distinguir lo bueno de lo malo.
A ninguno de estos ciudadanos hagas de corazón tu amigo,
oh Polipaides, por causa de necesidad ninguna;
por el contrario, procura parecer con tus palabras amigo de todos,
pero no te unas con ninguno en ninguna empresa importante,
porque entonces conocerás la manera de ser de estos miserables,
cómo no tienen palabra en su comportamiento sino que
gustan de los fraudes, los engaños y las trampas
igual que hombres irremediablemente perdidos.

Jamás, oh Cirno, lleno de confianza deliberes en unión de un malvado
cuando quieras hacer una cosa importante;
por el contrario, por buscar al hombre de bien acepta
duros trabajos y aun recorrer, oh Cirno, con tus pies un largo camino.

No comuniques por entero tus proyectos a todos tus amigos:
Son pocos entre muchos los que tienen un carácter leal.

Pon en práctica tus proyectos importantes confiándote en poca gente,
no sea que, oh Cirno, sufras un perjuicio irreparable.

Un hombre leal es digno de ser pesado con oro y con plata,
oh Cirno, en las terribles luchas civiles.

Pocos amigos hallarás, oh Polipaides, que te resulten seguros
en situaciones de peligro; hombres que, poseedores
de un corazón concorde con el tuyo, tengan ánimo para
tomar igual parte de los bienes y de los males.

.oOo.

*Citado de: Líricos griegos. Elegíacos y yambógrafos arcaicos. Introducción, edición crítica y traducción, por Francisco R. Adrados. Catedrático de la Universidad de Madrid. Ed. Alma Mater S.A., Barcelona, Dep.Legal B11.407- 1959.


Teognis

/…/ En las obras de Homero, que caracterizan perfectamente los valores de la aristocracia heroica, la areté es un atributo de la nobleza; así, fuerza física, destreza y valor heroico (de guerreros y luchadores) son comprendidos bajo este término. La areté no es sólo una distinción que un grupo social lleva inscripta en su sangre a partir de la naturaleza de sus acciones, sino que en todo momento, para cada individuo perteneciente a los aristoi, es necesario demostrar mediante hechos ser merecedor de semejante consideración. Guerra y victoria se convierten, de esta manera, en criterios de prueba de la posesión y conservación de la areté. También el honor y el reconocimiento figurarán entre las consecuencias del heroísmo y la destreza. Las sentencias de Teognis constituyen un giro conservador en la Grecia de los siglos VI y V a. C., pues estas tratan de mantener en pie los grandes ideales de la nobleza griega de épocas pasadas, condensados en el concepto de la areté, ante el advenimiento del demos en cuestiones comerciales y políticas. La restauración del ethos y el pathos aristocráticos, basados en la justa desigualdad, en la condición guerrera y en la búsqueda de la perfección, configura el proyecto de la obra poética de Teognis. (Vega, Guillermo A.) http://www.unne.edu.ar/cyt/2003/comunicaciones/02-Humanisticas/H-003.pdf

Tomado de: UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE
C o m u n i c a c i o n e s C i e n t í f i c a s y T e c n o l ó g i c a s 2 0 0 3
Resumen: H-003
Friedrich Nietzsche y la revalorización moderna del pathos griego.
Hacia una lectura política de la filosofía nietzscheana.
Vega, Guillermo A.
Instituto de Filosofía – Facultad de Humanidades – UNNE.
Av. Las Heras 727 – (3500) Resistencia – Chaco – Argentina.
E-mail: gui_vega@argentina.com

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