Cronología

Cronología

Datos personales, antecedentes e influencias en la elaboración de la serie La Memoria del Espejo.

1) Mis padres, José María Serra Bertrán, español, e Irma Brun Colomer, argentina de origen español y francés ( Saint Jean Pied-de-Port), se conocieron en el coro del Club de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, que dirigía el maestro argentino Pedro Valenti Costa (1905-1974), compositor, director de orquesta, profesor y gestor musical, que dirigió el coro del Club  entre 1941 y 1956. En su casamiento, mis padres fueron agasajados por sus compañeros de coro, con la primera contralto Laura Ros Baby, cantando el Ave María, motete para ocho voces de Luis de Victoria.
En los años de mi infancia, presencié absorto la pasión del canto a capella de mis padres y sus amigos en las reuniones, y ese hálito de vida me impulsó siempre desde entonces: La Cultura vivida, la música y la palabra, imbricadas a los días.


2) El tango rioplatense es el alimento cotidiano en Buenos Aires, en los años ’60 – ’70.
Allá en mi infancia y adolescencia de los ’60 (nací en 1954), me marcaron de forma imborrable los recitados poéticos de Carlos Gardel (Argentina) en la maravillosa escena del film «El día que me quieras» (película de 1935), en donde Gardel recita la confesión de amor a Rosita Moreno, a modo de introito de la canción «El día que me quieras», uno de los tangos eternos del Zorzal criollo, con letra del gran Alfredo Le Pera,  el poeta y letrista de Gardel, autor de las inolvidables cancionescon y Julio Sosa (Uruguay). Las radios emitían tango, que se respiraba con naturalidad en todos los órdenes de la vida. La relación coloquial de la gente estaba coloreada por los versos de las letras de tango, citados con ironía y amor por la cultura popular… Gracias a ellos la vida diaria tenía contínuamente una cita poética… Maravilla de todos los días.

 

3) El folklore argentino tuvo su momento de auge en los años ’60. Letras poéticas incorporan el horizonte grandioso de la Pampa al imaginario metafórico de la ciudad de Buenos Aires… El lenguaje y la experiencia ciudadana se enriquecen con el erke, el charango, el siku, el bombo, la guitarra rasgada rítmicamente al compás del 4×4… Eran tiempos de Atahualpa Yupanki, Los Fronterizos, Los Chalchaleros, Los Olimareños, Los Huanca Hua, Eduardo Falú y Ariel Ramírez…
La Misa Criolla (1964), obra sincrética que consagra la unión del canto religioso con la entonación popular, abre nuevos horizontes a la relación dinámica de Buenos Aires con las músicas folklóricas. Ariel Ramírez compone una de las obras musicales de mayor influencia en el panorama cultural del país. Las voces de Los Fronterizos, unidas a las del Coro de la Cantoría de la Basílica del Socorro de Buenos Aires, marcan un camino feraz para la música popular, seguido por muchos artistas, como Mercedes Sosa.

 

4) En mi primer viaje al Norte en 1973, a las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy, descubro la música andina, el sonido del charango ‘in situ’, la percusión natural, los colores vivos de la gente y los térreos del paisaje.. Desde Buenos Aires, traía yo en mi memoria el ritmo del maestro Domingo Cura, el percusionista que hizo entrar el viento caliente de La Pampa y el galope de los caballos en la gran ciudad, y que los conjuró con los pasos sobre los adoquines, el metal de las ruedas de los tranvías, los ruidos infinitos de la forja urbana. Luego llegaron los arpegios finísimos del boliviano Ernesto Cavour, en un LP que conocí en el ’76 en Buenos Aires: Allí estaba todo lo que había visto, hasta la pureza del aire de las alturas, la voz del viento de los andes, las manos de los campesinos.

 

5) El comienzo de mi escritura, en la poesía, es de los años sesenta. Siempre llevé un cuaderno de apuntes de mis poemas, corregidos y reescritos algunos de ellos a lo largo de los años. Fiel a Federico Nietzsche, a Macedonio Fernández, de ellos seguí los consejos de la escritura y el pensamiento ambulante, de las hojas escritas en cualquier parte, por los bares de Buenos Aires, en los trenes. Y siempre pensar primero de pie, para que los pensamientos e impresiones adquieran la postura humana principal, el anhelo perpetuo de horizonte.
La idea de recitar la poesía acompañada de música viene de estos antecedentes, de las voces de Carlos Gardel y Julio Sosa, en sus recitados, en la forma coloquial de decir el tango. Un poema que me acompaña toda la vida, y que es el más antiguo referente de mi idea de los poemas con música, es El día que me quieras, música de Carlos Gardel y letra del gran poeta popular Alfredo Lepera. Siempre admiré la naturalidad con que la gente, las generaciones de argentinos y amantes del tango de todo el mundo, aprendían fácilmente las letras de este gran poeta popular, y las decían, las cantaban para expresar sus propios sentimientos, ideal mayor de todo poeta. Luego vendrían las lecturas del poemario español, los miles de versos del Siglo de Oro, los Góngora, Quevedo, Calderon, Lope, Santa Teresa, Garcilaso, y los textos antiguos de la América de la conquista, se mezclaban en el barro de los sueños, en la fervorosa admiración por lasvoces que se entertejían hasta el fondo de los tiempos.. Años más tarde, ya en los ’70, las primeras noches de Buenos Aires me trajeron el intimismo del tango de Roberto ‘Polaco’ Goyeneche, y los tango – canción de Piazzolla con letras de Horacio Ferrer (Balada para un loco).

 

6) En literatura, para nombrar sólo lo relacionado con la idea de la expresión verbal y pública de la poesía, también fuí influído en forma determinante por la primera lectura del Martín Fierro, en la tensión de la payada con el Moreno, en el uso de la primera persona dirigida al lector – oyente de la historia… Paralelamente, en aquéllos años finales de los ’60, Estanislao del Campo, con su Fausto campero. Pero la bendición del ritmo y la imagen poética había venido ya con Bécquer, leído con devoción…

7) Por ese entonces compartí muchas noches con el ambiente de tango del barrio de San Telmo, al sur de Buenos Aires, barrio viejo que afortunadamente se puso de moda en los ’60, cuando comenzaron a pulular los boliches de tango, folklore y jazz, los nuevos café-concert que combinaban el teatro con la música. Este auge inhibió la tendencia urbanística modernizadora que estaba demoliendo las viejas casonas neocoloniales para construir paralelepípedos de propiedad horizontal…
Fue así que las confesiones a media luz de los cantantes de tango, con el micrófono pegado a los labios, hombres y mujeres de voz nocturnal y melancólica, detuvieron el avance del hormigón y el acero. Yo iba con mi cámara retratándolo todo, siempre con una hoja de papel y mi Parker para apuntar las imágenes y metáforas que veía por el mundo. La amistad con la soprano Magdalena León, del grupo vocal de tango y folklore Buenos Aires 8, me abrió las puertas de inolvidables madrugadas en el Viejo Almacén, donde ví el lento fluir del espíritu del tango en las manos y la voz de Aníbal Troilo -‘Pichuco’, Goyeneche, Edmundo Rivero…

8)…(/…/) (Continuará…) 14Abril2005 – 10Nov2007

 Muchas gracias…

© Claudio Serra Brun, poeta argentino – español.
Autor de la serie La Memoria del Espejo –
poesía y música de España y América
Poemas de Claudio Serra Brun
y Música de Compositores de España y América
Valencia-España, 13 Abril 2005.
Tel:(00 34) 630 365821-

http://www.poesur.com/Lichtenberg.htmhttp://www.poesur.com/M5prensa.htmhttp://www.poesur.com/Pitagoras.htmhttp://www.poesur.com/Teognis.htm

ClaudioSerraBrun participa en el II Festival Internacional de IZMIR (Esmirna, Turquía) 17 – 22Marzo2006

Mas información próximamente desde este link
La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes selecciona a ClaudioSerraBrun en su Poesía Española Contemporánea (Enero31/2004)
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación    Configurar y más información
Privacidad