Gustavo Adolfo Bécquer
RIMAS
SELECCIÓN DE RIMAS DE BÉCQUER: La presente selección se ha hecho de la edición de Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer, Biblioteca Manantial, C.Dupont Farré, editor, 1ªedición, enero 1955, Buenos Aires. Depósito Legal: 11.723.El texto ha sido cotejado con otras ediciones españolas y americanas. (Transcripción web y Corrección texto: ClaudioSerraBrun)
Gustavo Adolfo Bécquer
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Libro de los gorriones – Gustavo Adolfo Bécquer “Poesías que recuerdo del libro perdido”
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Gustavo Adolfo Bécquer*Introducción sinfónica Por Gustavo Adolfo Bécquer Por los tenebrosos rincones de mi cerebro, acurrucados y desnudos, duermen los extravagantes hijos de mi fantasía, esperando en silencio que el Arte los vista de la palabra para poderse presentar decentes en la escena del mundo. Fecunda, como el lecho de amor de la Miseria, y parecida a esos padres que engendran más hijos de los que pueden alimentar, mi Musa concibe y pare en el misterioso santuario de la cabeza, poblándola de creaciones sin número a las cuales ni mi actividad ni todos los años que me restan de vida serían suficientes a dar forma… (/:::/) (Tomado de: http://cvc.cervantes.es/obref/rimas/rimas/introduccion.htm Edición crítica y anotada de las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer, a cargo de Luis Caparrós Esperante, publicada por El Centro Virtual Cervantes http://cvc.cervantes.es/obref/rimas/ ).
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) nació en Sevilla en el seno de una familia de pintores. Su padre, José Domínguez Bécquer, murió cuando Gustavo tenía cinco años y, al cumplir los once, murió su madre. A los catorce años estaba unido a su hermano Valeriano y a un círculo de amigos que reencontraría años más tarde: Narciso Campillo, Julio Nombela, etc. Se interesan por todas las artes: pintura, poesía, música… Con la oposición de su madrina, viaja a Madrid en 1854, donde intentó varios proyectos artísticos, como la interrumpida Historia de los templos de España. Escribe para el teatro o la zarzuela, en colaboración o en solitario, los textos más dispares para sobrevivir en un Madrid de miseria y vida nocturna. Así, hacia 1858, contrae una grave enfermedad de origen dudoso. Convalece de esta enfermedad, viajando a Soria y Veruela. Allí encontrará descanso, médico y mujer, Casta Esteban, con la que inicia un matrimonio catastrófico desde 1861. Ahora escribe sus mejores trabajos: publica leyendas y algunas rimas, en revistas como El Contemporáneo. En 1868 intenta una edición de sus poesías, pagada por González Bravo. El saqueo de la casa de este ministro, como consecuencia de la Revolución, hace que se pierda el manuscrito del poeta. Desde 1868, Gustavo se instala con su hermano Valeriano en Toledo. Ambos están separados de sus esposas y viven con algunos de sus hijos. El poeta acepta el encargo de dirigir La Ilustración de Madrid, y reescribe de memoria sus poesías perdidas. Este nuevo texto se tituló Libro de los Gorriones y no se difundió hasta 1914. La muerte de Valeriano en Septiembre de 1870 precipitó la de Gustavo tres meses después. El 23 de Diciembre -un día después de su entierro- sus amigos se reunieron para publicar sus obras como un modo de ayudar a la viuda y a sus tres hijos. Estas Obras fueron prologadas por su amigo Ramón Rodríguez Correa, y se editaron en dos tomos, en 1871.
D.Miguel Pérez Rosado. Doctor en Filología (Tomado de: http://www.spanisharts.com/books/masters/es_becquer.htm )
Bécquer… (/…/) …Era primavera en Buenos Aires, yo tenía nueve años, y amaba secretamente a una niña vecina. Pasaba las tardes acechando en el balcón a verla pasar, enmudecido ante el misterio de lo que me pasaba, el pecho oprimido por los barrotes de hierro forjado, con volutas y espirales que recorría con la vista una y otra vez, y así todas las tardes durante ese tiempo luminoso, las nubes llevadas de un lado a otro por los vientos, en una lucha en las alturas que anunciaba el triunfo del verdor y la vida.
Bécquer fue la voz reveladora de lo que sentía, el asombro feliz de no ser el único en el sufrir de amor, la mano sobre mi frente, una puerta a un mundo maravilloso, donde se hablaba en voz alta de lo sentido y de los sueños, y todo el paisaje en silencio escuchaba, lo que les pertenecía, como si las palabras salieran de los pájaros o las olas que el poeta tenía frente a sí… (/:::/) De: ClaudioSerraBrun – La Escritura y la Vida. (Tomado de: http://www.poesur.com/escriturayvida.htm